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FORMA FARMACÉUTICA: Antibiótico
ACCIÓN TERAPÉUTICA: Comprimido
La ciprofloxacina se usa para tratar o prevenir ciertas infecciones causadas por bacterias como la neumonía; gonorrea (una enfermedad de transmisión sexual); fiebre tifoidea (una infección grave que es común en los países en desarrollo); diarrea infecciosa (infecciones que ocasionan una diarrea intensa); e infecciones de la piel; de los huesos; articulaciones; abdomen (área del estómago) y próstata (glándula reproductiva masculina). La ciprofloxacina también se usa para tratar o prevenir las plagas (una infección grave que se puede contagiar a propósito como parte de un ataque de bioterrorismo) e inhalación ántrax (una infección grave que se puede contagiar por medio de los gérmenes de ántrax en el aire a propósito como parte de un ataque bioterrorista). La ciprofloxacina también se puede usar para tratar la bronquitis, infecciones de los senos o infecciones del tracto urinario, pero no se debe usar para la bronquitis ni las infecciones de los senos nasales, ni para algunos tipos de infecciones del tracto urinario si hay otras opciones de tratamiento.
Antecedentes de Hipersensibilidad a la ciprofloxacina o a otras fluoroquinolonas.
Adultos: En Infecciones osteoarticulares, neumonías, infección de piel y tejidos blandos, 500 a 750 mg cada 12 horas vía oral por 7 a 14 días.
n infecciones complicadas o severas puede ser necesario prolongar el tratamiento de 4 a 6 semanas de tratamiento o más.
Diarrea bacteriana, 500 mg cada 12 horas por 5 a 7 días.
Gonorrea endocervical y uretral, 250 mg por vía oral como dosis única.
Infecciones del tracto urinario: 250 a 500 mg cada 12 horas por vía oral por 7 a 14 días.
Niños: No se recomienda el uso de Ciprofloxacina en menores de 18 años, por los riesgos potenciales de causar artropatía. Sin embargo, se ha utilizado en niños a dosis de 10 a 20 mg por kg de peso cada 12 horas, cuando se han agotado otras posibilidades terapéuticas.
La ciprofloxacina debe administrarse con precaución en pacientes con alteraciones del sistema nervioso central. Los pacientes en tratamiento con ciprofloxacina deberán estar bien hidratados (deberán tomar líquidos en abundacia) y debe evitarse la alcalinidad de la orina.
El ciprofloxacina puede alterar la capacidad de conducir vehículos o manejar máquinas de precisión.
No se recomienda el uso de ciprofloxacina en niños o adolescentes en crecimiento (se han reportado alteraciones en las articulaciones que soportan peso).
Por lo general, Ciprofloxacina se tolera adecuadamente. Sin embargo, se han reportado algunos trastornos gastrointestinales que incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, dispepsia y en muy raras ocasiones, colitis seudomembranosa. Los efectos adversos sobre el sistema nervioso central (SNC) incluyen cefalea, mareos, inquietud, somnolencia, insomnio, trastornos visuales, y en muy raras ocasiones, colitis seudomembranosa, también se ha reportado reacciones de hipersensibilidad que se caracterizan por prurito, erupción cutánea, reacciones de fotosensibilidad, síndrome de Stevens-Johnson, vasculitis y necrólisis tóxica epidérmica. Otras reacciones adversas que se pueden presentar con el uso de ciprofloxacino son eosinofilia, leucopenia, lesión tendinosa, ginecomastia y super infección por gérmenes oportunistas.
Absorción reducida por: fármacos y suplementos minerales con cationes multivalentes (Ca, Mg, Al, Fe), fijadores de fosfato polimérico (sevelámero), sucralfato o antiácidos, fármacos muy tamponados (didanosina) que contengan Mg, Ca o Al, lácteos y bebidas enriquecidas en minerales. Administrar 1-2 h antes o mín. 4 h después de estos productos.
Evitar con: productos lácteos o bebidas enriquecidas en minerales (p. ej. leche, yogur, zumo de naranja enriquecido en Ca).
Concentración plasmática aumentada por: probenecid.
No recomendado con: metotrexato, zolpidem.
Caja x 500 comprimidos