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Caducidad del medicamento

Los medicamentos pierden su potencia después de su fecha de caducidad, por lo tanto, su efectividad y capacidad para disolverse pueden ser afectadas.

Los medicamentos caducados pueden ser peligrosos porque podrían no estar recibiendo la completa efectividad del fármaco.

Conservación de los medicamentos

Los medicamentos son efectivos sólo mientras sus condiciones de almacenaje son favorables. Los medicamentos pueden perder su potencia mucho tiempo antes de su fecha de caducidad si se exponen al oxígeno, calor, luz o humedad.

Para mantener su potencia, los medicamentos deben ser almacenados en un lugar seco, fresco y oscuro. A pesar de la práctica popular de guardar los medicamentos en el baño, este no es favorable debido a que, usualmente, el nivel de humedad en el baño puede provocar que los medicamentos se descompongan y pierdan su efectividad. Se recomienda conservar los medicamentos en sus contenedores originales en un botiquín, lejos de otras sustancias que pudieran confundirse con éstos, en un lugar apartado y no húmedo. Siempre se deben seguir las instrucciones específicas que se encuentran en el prospecto. A continuación, dejamos algunos consejos básicos:

  • Situar los medicamentos en lugares frescos y secos
  • Los botiquines caseros de medicamentos se ubican comúnmente en el baño, lugar inapropiado, debido a las condiciones de elevada humedad.
  • Considerar guardarlos en una caja cerrada, alejada de niños y adultos con deterioro intelectual. Vigilar la caducidad de los fármacos, sin extraerlos de su envase original antes de la toma de la dosis correspondiente.
  • Es importante no dejar los medicamentos en el interior de un automóvil expuesto al sol.
  • Durante los viajes, es mejor llevar los medicamentos en una bolsa separada. Si se viaja en avión, los medicamentos deben ir en el equipaje de mano.

Prospecto del medicamento

El prospecto es el texto que incluyen todos los medicamentos en el envase y que contiene la información para el paciente sobre las características del fármaco.

Todos los prospectos tienen los mismos apartados para facilitar la búsqueda de la información al usuario: Composición, indicaciones, posología, contraindicaciones, precauciones, efectos secundarios e interacciones.

Se debe conservar el prospecto junto con el medicamento, para poder consultarlo siempre que se presenten dudas y evitar posibles confusiones.

  • Composición

El primer punto de un prospecto es la composición, que informa sobre las sustancias que componen el medicamento, su nombre, cantidad y presentación, que es la forma en que se presenta el fármaco como puede ser en cápsulas o en jarabe. Entre las sustancias que lo componen están las que tienen actividad terapéutica, conocidas como principios activos. Los excipientes también forman parte del medicamento, pero no son activos farmacológicamente.

Peligro de automedicación

La automedicación es el uso de medicamentos sin receta por iniciativa propia de las personas, sin la asistencia de profesionales de la salud. A continuación, presentamos algunos riesgos de la automedicación:

  • Dosis incorrecta: Cada organismo requiere dosis determinadas de un medicamento, por lo contrario, esto podría producir sobredosis o no dar resultados adecuados.

  • No se combate la enfermedad causante:  La automedicación solo ataca los síntomas en forma individual sin ver el panorama general. Es decir, solo alivia un síntoma, pero no actúa sobre la enfermedad causante. Un amplio número de enfermedades presentan los mismos síntomas.

  • Podría empeorar la enfermedad: La automedicación conlleva a mayor complicación de la enfermedad. Anular o aumentar los efectos de otros medicamentos que se estén tomando. Cambiar los síntomas dificultando su diagnóstico y tratamiento. En el caso de los antibióticos incrementa la presencia de “resistencia” bacteriana, haciendo más severas las infecciones.

  • Los efectos secundarios: Existe mayor predisposición de que se presenten efectos secundarios con la automedicación. Presentándose reacciones alérgicas, diarreas, náuseas, vómitos, gastritis, intoxicaciones, infecciones graves e incluso la muerte.

  • Personas más vulnerables: Los niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas de la tercera edad y pacientes con otras enfermedades son más vulnerables a sufrir los efectos negativos de la automedicación. Con ellos se debe ser extremadamente cuidadoso y no administrar medicamentos que no los recete un médico.

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